Con las ventajas de la hibridación
Con el estreno de este modelo, la marca japonesa inicia su ascenso hacia los peldaños más elevados del mercado; su objetivo es sumarse al club de la “alta gama”.
El CX-90 MHEV fue develado en la pasada edición de la Experiencia E, transformándose en el lanzamiento más relevante de dicha muestra, un SUV portentoso que de manera instantánea ocupó el sitial de buque insignia en la casa de Hiroshima. Solo basta con verlo para comprobar eso, porque sus dimensiones y estampa lo posicionan mucho más arriba que un CX-9, modelo al que reemplaza.
En el diseño exterior apreciamos las soluciones ya conocidas del lenguaje estético Kodo, aunque esta vez con los ingredientes que nos ofrece la arquitectura Dignified Beauty, que es el siguiente paso en la cadena evolutiva de este fabricante.
La idea es crear una silueta fluida y espaciosa, pero sin abandonar los preceptos que desde hace muchos años distinguen a esta marca; la clave es la elegancia imperecedera.
Este ejemplar mide 5,10 metros de largo, casi dos metros de ancho, 1,74 metros de alto y tiene una distancia entre ejes de 3,12 metros. Es la misma plataforma que sostiene al CX-60, pero en este caso con los ajustes necesarios para recibir tres corridas de asientos en el habitáculo y un maletero capaz de contener 608 litros (con dos filas en uso).
En el puesto de conducción queda en evidencia otro de los aspectos que distinguen a este fabricante, que es la ubicación de los componentes internos poniendo a los ocupantes como el primer elemento de dicho conjunto, es decir, envolviendo al usuario con el habitáculo.
Esto puede parecer obvio, pero desde el primer contacto con la cabina se percibe un grado de ergonomía fuera de lo común… como si ya estuviésemos acostumbrados a este vehículo. Mazda está buscando convertirse en una marca de alta gama, porque aspiracional ya es, y es por eso que en el CX-90 echó mano a materiales de alta costura, con ensambles perfectos y la tecnología está muy presente, en la forma de una pantalla táctil de 12”, monitor que además de cumplir tareas en el ámbito de la conectividad nos permite conocer lo que sucede con el estado del vehículo, e informarnos de los asuntos concernientes con el sistema de hibridación.
El tren motriz es de tipo Mild Hybrid (MHEV), lo que quiere decir que la electricidad no está ahí para impulsar al vehículo por sí sola, sino que para asistir al motor térmico. Y ahondando en esto, en este Mazda contamos con un bloque de seis cilindros en línea, cuyo cubicaje es de 3,3 litros para ofrecernos así una potencia de 340 cv y un torque de 500 Nm; es una hibridación autorrecargable, así que no dependemos de una fuente externa para alimentar la batería de 48 voltios.
La transmisión es automática de ocho velocidades, la tracción de tipo integral AWD, aunque puesta a punto para ejercer un mayor efecto sobre el tren trasero, y se ofrecen además tres modalidades de conducción (MI-Drive): Normal, Sport y Off-Road.