Los mejores diseñadores italianos y sus obras cumbre
Battista Pininfarina, Nuccio Bertone, Alfredo Vignale, Ugo Zagato y Giorgetto Giugiaro los máximos referentes de esta especialidad, la que dicho sea de paso ha sido fundamental en el desarrollo de la industria del motor.





No es fácil resumir en cinco nombres una de las artes más prolíferas que nos ha obsequiado Italia… el diseño de automóviles. Pero después de analizarlo nos quedó claro que son Battista Pininfarina, Nuccio Bertone, Alfredo Vignale, Ugo Zagato y Giorgetto Giugiaro los máximos referentes de esta especialidad, la que dicho sea de paso ha sido fundamental en el desarrollo de la industria del motor.
Estos talentosos diseñadores le han aportado emotividad y
belleza a una máquina que nació como el simple objetivo de transportarnos,
hasta el punto de convertirlas en auténticas obras de arte. Los citados nombres
se leen en el pie de página de centenares de creaciones, pero nos limitaremos a
tomar una obra de cada artista, para comprar sus estilos y hacernos una idea de
la magnitud de su talento.
Battista Pininfarina, un amante de la belleza: Lancia Astura Cabriolet Serie III (1936)
Es una de las máximas celebridades del diseño automotriz, creador de una dinastía que hasta hoy perdura y el responsable de trazar las líneas de los más hermosos ejemplares de preguerra, como este magnífico Lancia Astura que se muestra en la fotografía. En la citada época muchos ejemplares recibían modificaciones en el exterior, porque sus adinerados propietarios no podían permitirse conducir un automóvil que se viera igual a otro... y así surgieron los grandes carroceros.
El talentoso Battista trabajó por más de une década para la
firma italiana Lancia, realizando varios diseños seriales y un sinnúmero de
obras mucho más elaboradas. Pininfarina amaba la belleza, las formas
impactantes e inéditas, cualidades que por supuesto lo lanzaron al estrellato,
aunque no siempre sus ideas eran bien recibidas por las marcas que solicitaban
sus servicios.
Las presiones económicas lo hicieron cometer errores, como
replicar ideas en modelos de distintas marcas, porque en realidad no era su
estilo el funcionar como una máquina de diseño, sino que se sentía en su
hábitat realizando esculturas rodantes, lo más alejadas posible de la
producción masiva.
Nuccio Bertone, todo es aerodinámica: Alfa Romeo BAT (1953/55)
En este caso vamos a entrar en un asunto polémico, porque en
estricto rigor los ejemplares pertenecientes a la saga BAT (Berlinetta
Aerodinamica Technica), fueron diseñados por Franco Scaglione. Este artista
trabajaba para Nuccio Bertone, y al momento de ser presentado el BAT 5 en el
Salón de Turín (1953) todo el crédito fue para el dueño del estudio… y no para
su empleado.
Lo que sí está claro es que Bertone supervisó, revisó y modificó personalmente ese diseño hasta dejarlo perfecto, hasta cumplir al pie de la letra los anhelos del cuerpo directivo de Alfa Romeo. El resultado fue impresionante, una carrocería tan aerodinámica que marcó un Cx de 0,19 en el túnel de viento y estableció los parámetros para los futuros modelos de serie. De estos “murciélagos” se produjeron cuatro variantes: BAT 5 (1953), BAT 7 (1954), BAT 9 (1955) y BAT 11 (2008).
Alfredo Vignale, una mente pragmática: Ferrari 340 MM Spyder (1953)
A diferencia de otros diseñadores de esta misma escuela, Alfredo Vignale más que definirse como un artista con la mente centrada en la belleza se le puede considerar como un ser pragmático y amante de las soluciones funcionales; lamentablemente no siempre lo estiloso resulta fácil de utilizar, asunto que se torna aún más crítico en un automóvil.
Es por eso que para graficar su trabajo elegimos al Ferrari
340 MM de 1953, el que si bien es un bólido de competición representa fielmente
lo que tanto Enzo Ferrari como el ingeniero Gioachino Colombo deseaban obtener,
que era vencer a Alfa Romeo en las carreras de ruta y obtener triunfos con un
ejemplar en el que destacaran sus cualidades técnicas más que su forma
exterior.
En palabras simples, Vignale le puso un envase funcional a
una mecánica de Ferrari, y es por eso que no se trata de una creación
descollante de belleza o provista de sofisticadas soluciones aerodinámicas;
claro que este desabrido bólido contaba con un motor V12 de 4.1 litros que
producía 300 CV… las apariencias engañan.
Ugo Zagato, la mirada hacia el cielo: Fiat-Abarth 1000 “Record Monza” (1961)
Fue el pionero en la utilización del aluminio en la
industria automotriz, material que ya se usaba en la aeronáutica. También ideó
la manera de moldear el plexiglás como una burbuja, lo que resultó en
parabrisas futuristas y ventanillas aún más audaces.
Le dio vida a una larga lista de ejemplares, todos con un
aspecto increíble y adelantados a su tiempo. Entre sus obras más reconocidas
están el Aston Martin DB4 GT de 1960, el Maserati A6 1500 Panoramica de 1949 y
el Lancia Flaminia Sport de 1958, por nombrar algunas. Pero fue el talento
aplicado al Fiat-Abarth 1000 “Record Monza” de 1961 el que le hizo merecedor
del premio Compás de Oro, uno de sus logros más importantes.
Giorgetto Giugiaro, la clave es adaptarse: BMW M1 (1978)
Es un diseñador más bien contemporáneo, comparándolo con los
otros nombres que hemos revisado. Su estilo ha ido evolucionando a través de
los años, pasando de ser geométrico a adquirir formas mucho más suaves, con
rodones en las esquinas y un look que convence incluso a los más exigentes; no
es rupturista, pero sabe cómo llamar la atención y hacer que sus automóviles se
vean modernos pese al paso del tiempo.
Entre sus obras más relevantes podemos citar al BMW M1 de
1978, una cuña rodante del que se produjeron menos de 500 unidades en tres
años, ejemplar que se ha convertido en una pieza de culto para los
coleccionistas.
Lo que podemos deducir de sus diseños, especialmente los
generados desde 1980 hasta comienzos de los 2000, es que este creador defiende
sus ideas dentro de los márgenes permitidos por los estilos del momento, sin
quedarse atrás o apostar por tendencias que aún no se posicionan; tiene una
notable capacidad de adaptación.