El Ferrari F8 Tributo se estrena en Chile
El modelo está propulsado por el que los expertos piensan que es el mejor motor del mundo en su categoría, un V8 de 720 caballos.
Fue Enzo Ferrari el que dijo alguna vez que “cuando usted compra un Ferrari, está pagando por el motor. El resto se lo doy gratis". Y aunque los tiempos han cambiado, la marca italiana puede seguir presumiendo de hacer magníficos propulsores, auténticas obras de arte plagadas de tecnología e innovación, con un carácter y un sonido inconfundibles, casi como si estuvieran dotados de alma propia.
En esta ocasión no iba a ser menos. El corazón mecánico del Ferrari F8 Tributo rinde 720 cv, un propulsor heredado directamente del Ferrari 488 Pista, que recibió el reconocimiento al mejor motor de los últimos 20 años y que, en sus diferentes evoluciones, lleva ganando el premio “International Engine of the Year" cuatro ediciones consecutivas (del 2016 al 2019).
Con esta última realización se consolida como el V8 de serie más potente de la historia de Ferrari. Tiene una potencia específica récord de 185 caballos por litro (desplaza 3,9 litros). Gracias a éste, puede ir de 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos; más impresionante todavía es el hecho de que a los 7,8 segundos este auto ya irá a 200 km/h, mientras que su velocidad máxima es de 340 km/h.
Cuenta con transmisión de doble embrague con 7 velocidades, mayor eficiencia aerodinámica (+10%) y la nueva evolución de Side Slip Angle Control (Control de Ángulo de Deslizamiento Lateral).
Evolución estética
En el diseño de la carrocería del nuevo modelo se encuentran rasgos que recuerdan a las míticas berlinettas de Ferrari con motor central V8, ya sea el clásico perfil en cuña del Ferrari 308 GTB (iniciador de la saga), los focos dobles traseros o la ventanilla trasera dotada de ranuras de ventilación, al más puro estilo Ferrari F40.
Pero para aclararlo, este F8 Tributo no supone una revolución estética ni técnica respecto al Ferrari 488 GTB, en el que está basado (y al que sustituye), sino un “puente" hacia los futuros modelos de la firma. Aun así, las mejoras introducidas son muchísimas y en prácticamente todos los ámbitos, por lo que, una vez más, supera con creces a su antecesor.
El interior del vehículo mantiene la inspiración de estilo cockpit, pero cada uno de los componentes del tablero, los paneles de las puertas y el túnel central fueron sometidos a una actualización estilística.
Al mismo tiempo, la nueva generación de HMI (interfaz de mando Human Machine Interface), con difusores redondos, nuevo volante y mandos, y nueva pantalla táctil de 8,8 pulgadas para el copiloto, mejora significativamente la satisfacción de conductor y pasajero.
Hay una multitud de opciones de personalización. Por ejemplo, este Ferrari puede comprarse con cualquiera de los 16 colores básicos de carrocería, incluyendo tonos metalizados, sin costo extra; pero hay otros 50 colores, incluyendo tonos mate, que están disponibles por precios que van entre los US$6.000 y US$33.000.
Asimismo, hay varios tipos de llantas, 8 alternativas de color para los cálipers de freno, 15 colores para las tapicerías sin costo y otros 21 con precio adicional; 2 tipos de asientos: Confort o Racing, con 4 variantes para el primero y dos para el segundo.
Cualquiera que sea la combinación elegida, lo que el usuario obtiene es un auto menos “pistero” que un Ferrari 488 Pista, pero mucho más equilibrado y versátil, capaz de desempeñarse de mansamente en el ambiente urbano y de brindar reacciones brutales si se lo conmina a ello.
Los ejecutivos de Ferrari en Chile sostienen que eso queda probado en el cuidado que los ingenieros de desarrollo pusieron en la insonorización del habitáculo, muy mejorada respecto de sus antecesores, así como en la calidad de los materiales, terminaciones y en el equipo de audio premium del que está dotado.