Autor: Leonardo Pacheco

Desde 1914, cuando se fundó la Società Anonima Officine Alfieri Maserati con sede en Bolonia, la firma del tridente se ha encargado de producir los más bellos y veloces ejemplares, muchos de ellos triunfadores recurrentes en las pistas de Italia y del mundo; Tazio Nuvolari fue uno de esos legendarios pilotos que la hicieron imbatible.

Pero la noticia que nos convoca es más reciente, porque hace algunos días fueron anunciados dos nuevos modelos que llegan para completar la Colección Trofeo, la que a partir de ahora está compuesta por el Levante —que se estrenó en 2018—, y por las berlinas Ghibli y Quattroporte, los que para reforzar su origen solo estarán disponibles con los colores oficiales de la bandera italiana: verde para el Quattroporte, blanco para el Levante y rojo para el Ghibli.

Antes de pasar a la descripción de sus aditamentos internos hablaremos del motor, de ese enérgico bloque Twin Turbo V8 de 3,8 litros que entrega una potencia máxima de 580 cv y un impresionante torque de 730 Nm desde los 2.250 giros por minuto, energía que es administrada por una transmisión automática de ocho velocidades. Este bloque es exclusivo para los tres citados ejemplares, y se construye en la planta de Ferrari en Maranello.

En cuanto a prestaciones este trío no se anda con medias tintas, porque el Levante Trofeo acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 304 km/h, mediciones que para las berlinas Ghibli y Quattroporte quedan en 4,3 y 4,5 segundos de 0 a 100 km/h, y en 326 km/h de velocidad máxima en ese mismo orden de mención.

Cumpliendo las expectativas

 
Para convertir a estos tres deportivos en “fierecillas domadas”, especialmente a las berlinas considerando que cuentan con tracción trasera, se ofrece el Control Integrado del Vehículo (IVC) puesto a punto específicamente para responder a mayores exigencias; este sistema busca aumentar la seguridad activa pero sin diluir la experiencia de manejo. Y por supuesto que también está incluido el Launch Control, dispositivo que ya portaba el Levante Trofeo y que se suma a la propuesta de Ghibli y Quattroporte, con el único objetivo de que el conductor libere la brutal potencia del bloque V8 sin que eso represente un riesgo para su seguridad.

Por tratarse de modelos de colección, de unas variantes que con los años verán aumentos considerablemente sus precios, la casa del tridente también les ha agregado detalles que los distinguen a simple vista. Por ejemplo, la parrilla exhibe remates en black piano, mientras que el marco de la entrada de aire frontal y de los difusores traseros fueron fabricados con fibra de carbono.

En cada flanco se advierten tres branquias, componentes aerodinámicos hermoseados con la palabra Trofeo escrita con letras de metal; para este trío se diseñó una llanta especial de aluminio: el modelo Orione.
En el habitáculo la deportividad se respira en cada rincón, siendo lo más destacable la presencia de tapicería realizada con cuero natural Pieno Fiore y el nombre de la variante inscrito en lo alto de los apoyacabezas delanteros. No por tratarse de un deportivo la conectividad pasó a segundo plano, asunto en el que se anuncia la presencia de las plataformas Maserati Intelligent Assistant y Maserati Connect, con pantallas de 10,1” para Ghibli y Quattroporte, y de 8,4”para el Levante.

Las berlinas Ghibli y Quattroporte Trofeo se construirán en la planta Avvocato Giovanni Agnelli (AGAP) en Grugliasco (Turín), en tanto que el ya estrenado Levante Trofeo seguirá egresando desde las instalaciones de Mirafiori (Turín).