Autor: Leo Mellado

La electrificación es el camino que los fabricantes de autos deben seguir si quieren sobrevivir. Por eso es que Jeep acaba de revelar sus dos primeros modelos dotados de un sistema de propulsión híbrida enchufable, los Renegade y Compass con tecnología 4xe.

Según Jeep, los nuevos modelos 4xe ofrecen las mismas prestaciones y dinámica de conducción de cualquier Jeep Renegade y Compass, lo que dejará tranquilos a los amantes del offroad. "Además, son vehículos ideales para conducir a diario por la ciudad, gracias a la tecnología eléctrica híbrida enchufable que en modo totalmente eléctrico permite a los clientes circular con cero emisiones y una autonomía media de 50 km", señala la información de la marca.

En trayectos más largos, con el motor de combustión interna, las emisiones de CO2 son inferiores a 50 g/km en modo híbrido.

Tanto el Jeep Renegade 4xe como el Compass 4xe combinan un motor turbo de gasolina de 1,3 litros con un motor eléctrico ubicado en el eje trasero, que funciona con una batería de 11,4 kWh que se puede recargar mientras se conduce o usando una toma de corriente externa, ya sea en casa con un enchufe normal, usando un conector portátil llamado easyWallbox o el más avanzado Connected Wallbox, o en un punto de recarga público.

Por sí solo, el motor turbo desarrolla una potencia de 130 o 180 cv, más los 60 cv producidos por el motor eléctrico, sumando un total de 190 cv (versión Limited) o 240 cv (Trailhawk y S). En términos de par, el motor eléctrico produce 250 Nm, mientras que el motor de combustión desarrolla 270 Nm.

La combinación de un motor de combustión interna y la unidad eléctrica garantiza una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 7,5 segundos, velocidad máxima de 130 km/h en modo totalmente eléctrico y hasta 200 km/h en modo híbrido.

La arquitectura de estos modelos proporciona, según la explicación de Jeep, "dos autos en uno": un vehículo eléctrico a batería con un motor eléctrico y un paquete de baterías de iones de litio de alto voltaje en el eje trasero, y un vehículo convencional con un motor a combustión interna montado en el eje delantero.

El paquete de baterías de iones de litio de 400 voltios y 11,4 kWh utiliza una química de cobalto-níquel, manganeso y grafito. Se encuentra debajo de la segunda fila de asientos, donde está protegido de elementos externos. Gracias a ello el fabricante asegura que ambos modelos son capaces de desplegar las mismas habilidades todoterreno que sus contrapartes convencionales. 

Encerrado en una carcasa de acero, el paquete dispone de un circuito de calefacción y refrigeración específico para mantener las baterías a su temperatura óptima para un mejor rendimiento.

Ofrecen una autonomía media de 50 km en modo totalmente eléctrico y con cero emisiones, gracias al paquete de baterías de 11,4 kWh. El sistema híbrido también incluye un inversor de potencia (PIM) alojado dentro del paquete de baterías, que también está protegido contra daños.