Autor: Leo Mellado

Alemania alberga varias ciudades que son auténticas urbes construidas en torno a la industria del automóvil, ya que en este país nacieron marcas tan poderosas como Mercedes-Benz, Porsche, Audi o Volkswagen. Sin embargo, solo una de ellas puede decir que "inventó el auto": Stuttgart. 

Esto porque en esta ciudad, capital del Estado de Baden-Württemberg, Karl Benz hizo sus primeras andanzas en un triciclo motorizado a fines del Siglo XIX y porque allí se encuentra actualmente la casa matriz de Mercedes, mientras que en la muy cercana localidad de Zuffenhaussen (que ya es casi un barrio de Stuttgart), se encuentra la de Porsche. Por tanto, hay un ambiente cargado de interés por la industria y la historia del auto. Y es natural, entonces, que el turismo se ponga a tono con hoteles temáticos como el V8.

Se encuentra en lo que podría considerarse como un parque industrial dedicado al automóvil, llamado MotorWorld, con concesionarios McLaren, Bentley y Ferrari, entre otros; así como restaurantes y espacios para eventos. Allí se encuentra establecido el Hotel V8, aprovechando lo que antes era la torre de control del antiguo aeródromo de Böblingen, también conocido como Aeropuerto de Württemberg que fue construido nada menos que en 1915.

Este aeropuerto fue tomado años más tarde por los nazis para su uso militar, quedando tras la II Guerra Mundial relegado a un almacén por el ejército estadounidense. Afortunadamente la torre de control sobrevivió al paso de los años, y hoy en día se ha convertido en la meca para todo apasionado del motor como uno de los hoteles más originales del mundo. Ahora la antigua pista de despegue del aeropuerto es un lago artificial.

El Hotel V8 está equipado con un gimnasio, sala de bienestar, cervecería o un restaurante italiano, todo ello ambientado y decorado con todo tipo de automóviles desmontados y de época.

En una de las suites está el frontal de un Mercedes-Benz limusina de los años 60, que convive en la habitación junto con diferentes cuadros y pinturas que devuelven a los visitantes a la época más gloriosa de la marca.

Cada habitación tiene una temática particular. Se pueden encontrar desde una habitación que parece un lavadero de autos, una antigua gasolinera, tuning, con aires de la mítica Route 66 o la majestuosa Mercedes Suite.

Además, las amenidades del hotel incluyen simuladores de autos de carrera y de vuelo, así como autos deportivos y elegantes de Mercedes-AMG, Porsche y Tesla para hacer recorridos por rutas escénicas seleccionadas para el disfrute total. Obviamente, por unos cuántos euros extra es posible contratar tours a los museos que tanto Mercedes-Benz como Porsche tienen en las cercanías. 

El éxito de esta iniciativa ha sido tal, que en 2018 se inauguró un nuevo hotel, siguiendo el mismo patrón temático, de modo que el edificio original pasó a llamarse Hotel V8 Classic.  

En el hotel afirman que sus habitaciones se han hecho populares entre aquellos que van a recoger sus autos recién comprados a una de las fábricas de la zona. De hecho, el propio hotel ofrece el servicio de transporte hasta esas instalaciones. Como para que el viaje no solo valga la pena, sino que además tenga un ambiente plenamente acorde con la alegría de tener un auto nuevo, recién salido del horno.