Revisamos el BMW i3
Un auto traído del futuro
Autor: Emol
SANTIAGO.- Como parte de la agenda del gobierno por avanzar en materia de electromovilidad y transporte sustentable, el mes pasado el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, recibió un BMW i3. Auto 100% eléctrico que se usará como parte de la flota del Ministerio tras ganar la licitación pública y que es el protagonista de esta prueba.
Estéticamente, el BMW i3 parece un auto traído del futuro. Con un diseño que rompe con todos los esquemas estéticos tradicionales de la industria y que no deja a nadie indiferente. Lo puedes amar o lo puedes odiar.
Sus 3.999 mm de largo, 1.775 mm de ancho y 1.597 mm de alto lo convierten en un citycar ideal para desplazarse en la urbe, ya que además de ser fácil de maniobrar por esta, ofrece un amplio habitáculo para cuatro ocupantes (en el lugar donde debería ir una tercera plaza trasera central, van los posavasos de las laterales).
El interior del i3 mantiene además la calidad habitual de los productos de la marca germana, con terminaciones simplemente impecables, aunque esta vez con materiales reciclables y un diseño un más futurista.
Al intentar acceder al habitáculo lo primero que llama la atención es la apertura invertida de las puertas traseras, lo que facilita el ingreso a este. Asimismo, destaca lo delgado que son los asientos delanteros, pese a lo cual ofrecen un elevado nivel de confort y una posición de manejo elevada.
Sentados tras el volante, nos encontramos con una nueva disposición de los elementos. Una pequeña pantalla digital que indica la velocidad, la autonomía restante, el odómetro y el consumo instantáneo de energía se ubica detrás del manubrio, mientras que donde antes estaba el contacto, se asoma un curioso comando de la columna de la dirección en el que se encuentra el botón de encendido y una palanca con el que se selecciona la posición P, D, R o N. Por su parte, los antiguos mandos analógicos de la consola central dan paso ahora a una pantalla táctil de 6,5 pulgadas.
Si bien el display central es legible, el medidor de gasto de energía en tiempo real contrasta poco y a veces cuesta distinguir visualmente la información que entrega.
En cuanto a equipamiento, el i3 ofrece todo lo que uno podría esperar de un auto de la marca bávara: climatizador bizona, start/stop, computador de a bordo, volante de cuero multifunción, Bluetooth, navegador GPS, mientras que en materia de seguridad incorpora seis airbags, frenos ABS, control dinámico de estabilidad (DSC), control dinámico de propulsión (DTC), control de frenada en curva (CBC), control dinámico de frenada (DBC) y anclajes Isofix para sillas de niños.
Poder eléctrico
El BMW i3 se desplaza gracias a un motor eléctrico alimentado por una batería de 94 Ah, que genera 170 caballos de fuerza (125 kW) y 250 Nm de torque. Este propulsor se asocia a una transmisión automática de relación fija que traspasa la potencia al eje trasero, configuración con la tarda apenas 7,2 segundos en hacer el 0 a 100 km/h y 4,9 segundos en recuperar de 80 a 120 km/h. Sin dudas prestaciones que lo acercan más a un deportivo, que a un vehículo compacto del segmento B.
Su velocidad máxima, en tanto, está limitada electrónicamente a 150 km/h, mientras que su autonomía varía, según el modo de conducción, entre los 250 a 300 kilómetros. En este sentido, el i3 ofrece tres opciones: Comfort, Eco Pro, Eco Pro+ (en este último desconecta hasta el aire acondicionado en pos de una mejor autonomía).
Como es de esperar, y tal como lo señalan sus cifras oficiales, el comportamiento dinámico del BMW i3 es sobresaliente, demostrando una gran agilidad y una gran capacidad de aceleración.
Esto gracias a que su motor eléctrico permite disponer de manera instantánea de los 250 Nm de par motor. Lo que lo catapulta hacia adelante cuando se pisa el acelerador con decisión.
El tiempo de recarga completa de la batería varía entre 30 a 40 minutos con un sistema de carga rápida, mientras que con un cargador normal el proceso toma aproximadamente 10 horas.
Conducción con un pedal
Una particularidad que tiene el i3, es que se puede conducir sólo con el acelerador, ya que BMW lo dotó de un sistema llamado One Pedal Feeling, que permite acelerar y frenar utilizando sólo el pedal derecho. Para esto el sistema de frenada regenerativa utiliza la frenada magnética que produce el motor eléctrico para frenar las ruedas que reciben la propulsión, es decir, las traseras.
Dicho de manera más simple, cuando se suelta el acelerador se percibe una retención considerable, que de hecho enciende las luces de freno y permite recuperar energía en las baterías y hasta llega a detener por completo el auto si es que vamos en un camino plano.
Si bien esto resulta un poco extraño al principio, uno rápidamente se acostumbra y termina siendo muy útil, ya que permite disminuir el desgaste del freno mecánico.
El tacto de la dirección es un tanto pesada, pero muy agradable, a la vez que la suspensión ofrece un buen comportamiento, absorbiendo bien las imperfecciones del camino y ofreciendo un buen nivel de estabilidad.
Otro aspecto a tener en consideración es que como se trata de un vehículo eléctrico, el ruido aerodinámico es más notorio cuando se marcha en carretera o autopista a 120 km/h, aunque en ningún caso es algo que llegue a molestar.
El BMW i3 está disponible en Chile con un precio de $37.990.000.
Estéticamente, el BMW i3 parece un auto traído del futuro. Con un diseño que rompe con todos los esquemas estéticos tradicionales de la industria y que no deja a nadie indiferente. Lo puedes amar o lo puedes odiar.
Sus 3.999 mm de largo, 1.775 mm de ancho y 1.597 mm de alto lo convierten en un citycar ideal para desplazarse en la urbe, ya que además de ser fácil de maniobrar por esta, ofrece un amplio habitáculo para cuatro ocupantes (en el lugar donde debería ir una tercera plaza trasera central, van los posavasos de las laterales).
El interior del i3 mantiene además la calidad habitual de los productos de la marca germana, con terminaciones simplemente impecables, aunque esta vez con materiales reciclables y un diseño un más futurista.
Al intentar acceder al habitáculo lo primero que llama la atención es la apertura invertida de las puertas traseras, lo que facilita el ingreso a este. Asimismo, destaca lo delgado que son los asientos delanteros, pese a lo cual ofrecen un elevado nivel de confort y una posición de manejo elevada.
Sentados tras el volante, nos encontramos con una nueva disposición de los elementos. Una pequeña pantalla digital que indica la velocidad, la autonomía restante, el odómetro y el consumo instantáneo de energía se ubica detrás del manubrio, mientras que donde antes estaba el contacto, se asoma un curioso comando de la columna de la dirección en el que se encuentra el botón de encendido y una palanca con el que se selecciona la posición P, D, R o N. Por su parte, los antiguos mandos analógicos de la consola central dan paso ahora a una pantalla táctil de 6,5 pulgadas.
Si bien el display central es legible, el medidor de gasto de energía en tiempo real contrasta poco y a veces cuesta distinguir visualmente la información que entrega.
En cuanto a equipamiento, el i3 ofrece todo lo que uno podría esperar de un auto de la marca bávara: climatizador bizona, start/stop, computador de a bordo, volante de cuero multifunción, Bluetooth, navegador GPS, mientras que en materia de seguridad incorpora seis airbags, frenos ABS, control dinámico de estabilidad (DSC), control dinámico de propulsión (DTC), control de frenada en curva (CBC), control dinámico de frenada (DBC) y anclajes Isofix para sillas de niños.
Poder eléctrico
El BMW i3 se desplaza gracias a un motor eléctrico alimentado por una batería de 94 Ah, que genera 170 caballos de fuerza (125 kW) y 250 Nm de torque. Este propulsor se asocia a una transmisión automática de relación fija que traspasa la potencia al eje trasero, configuración con la tarda apenas 7,2 segundos en hacer el 0 a 100 km/h y 4,9 segundos en recuperar de 80 a 120 km/h. Sin dudas prestaciones que lo acercan más a un deportivo, que a un vehículo compacto del segmento B.
Su velocidad máxima, en tanto, está limitada electrónicamente a 150 km/h, mientras que su autonomía varía, según el modo de conducción, entre los 250 a 300 kilómetros. En este sentido, el i3 ofrece tres opciones: Comfort, Eco Pro, Eco Pro+ (en este último desconecta hasta el aire acondicionado en pos de una mejor autonomía).
Como es de esperar, y tal como lo señalan sus cifras oficiales, el comportamiento dinámico del BMW i3 es sobresaliente, demostrando una gran agilidad y una gran capacidad de aceleración.
Esto gracias a que su motor eléctrico permite disponer de manera instantánea de los 250 Nm de par motor. Lo que lo catapulta hacia adelante cuando se pisa el acelerador con decisión.
El tiempo de recarga completa de la batería varía entre 30 a 40 minutos con un sistema de carga rápida, mientras que con un cargador normal el proceso toma aproximadamente 10 horas.
Conducción con un pedal
Una particularidad que tiene el i3, es que se puede conducir sólo con el acelerador, ya que BMW lo dotó de un sistema llamado One Pedal Feeling, que permite acelerar y frenar utilizando sólo el pedal derecho. Para esto el sistema de frenada regenerativa utiliza la frenada magnética que produce el motor eléctrico para frenar las ruedas que reciben la propulsión, es decir, las traseras.
Dicho de manera más simple, cuando se suelta el acelerador se percibe una retención considerable, que de hecho enciende las luces de freno y permite recuperar energía en las baterías y hasta llega a detener por completo el auto si es que vamos en un camino plano.
Si bien esto resulta un poco extraño al principio, uno rápidamente se acostumbra y termina siendo muy útil, ya que permite disminuir el desgaste del freno mecánico.
El tacto de la dirección es un tanto pesada, pero muy agradable, a la vez que la suspensión ofrece un buen comportamiento, absorbiendo bien las imperfecciones del camino y ofreciendo un buen nivel de estabilidad.
Otro aspecto a tener en consideración es que como se trata de un vehículo eléctrico, el ruido aerodinámico es más notorio cuando se marcha en carretera o autopista a 120 km/h, aunque en ningún caso es algo que llegue a molestar.
El BMW i3 está disponible en Chile con un precio de $37.990.000.