Autor: LEO MELLADO

La marca italiana refuerza la presencia en este segmento con este hachback, pero también se sumará la arquitectura sedán del mismo, llamada Chronos.
Fiat esperó hasta los últimos días del año para presentar uno de los modelos que deberían ser una de las bases de crecimiento para 2018. Se trata del Argo, un hatchback con el que pretende arremeter con fuerza en el segmento B.
De hecho, la marca italiana tendrá un próximo año bastante activo, ya que piensa saltar desde las 6.000 unidades vendidas en 2017 a unas 8.000. En ese escenario, el Argo debería sumar por sí solo unas 1.200 a 1.500 unidades a la cuenta de Fiat al ocupar el especio que dejaron el Palio y el Grande Punto.
De esta manera, el nuevo modelo se ubicará por tamaño y posicionamiento por encima del Uno, ubicándose en el rango de precios justo por debajo de los $10 millones. Según datos de los ejecutivos de la marca, el 63% de los autos del segmento se encuentran entre los $7 millones y $10 millones.

¿Qué tiene el Fiat Argo para confrontar a rivales como el Suzuki Swift, Kia Rio, Peugeot 208, Volkswagen Gol y Chevrolet Onix, entre otros? Según Derek Fox, gerente de las marcas del Grupo FCA en SKBergé, sobre todo un auto bien concebido desde el punto de vista del estilo y de las necesidades de la gente.
El ejecutivo explica que con el Argo apuntan a un público de entre 20 y 40 años de ambos sexos, profesionales, que buscan algo más que una solución de transporte. Esto es, que pretenden hacer una compra menos racional, que tienen intereses en la personalización, la tecnología y la conectividad.
Por eso es que el panel frontal del Argo está diseñado alrededor de una pantalla táctil de 7 pulgadas montada en semivoladizo sobre la consola central. A través de ella se maneja el sistema UConnect que gestiona el infoentretenimiento.
Con todo, el modelo también aporta unas dimensiones que se encuentran entre las mayores de su grupo de competidores. Entre ellas destaca la distancia entre ejes de 2,52 metros, más propia de antiguos autos de segmento superior, lo que denota un habitáculo muy amplio para un modelo que está justo por debajo de los 4 metros de longitud.
Este hatchback estará disponible en Chile en dos versiones, ambas con el nuevo motor Firefly, de 1,3 litros y 99 caballos de fuerza. Solo viene asociado a una transmisión manual de 5 velocidades, que permite un rendimiento, según la homologación local, de 12,3 km/l en ciudad, 15,9 km/l mixto y 19,2 km/l en carretera. La versión GSE ELX, la más completa, incorpora llantas de aleación de 15”, neblineros, cámara de retroceso y sensores de estacionamiento. 

En cuestiones de seguridad, la oferta es solo la elemental, con 2 airbags y frenos ABS.
El precio de lista de la versión de entrada GSE es de $8.990.000 y el de la cúspide GSE ELX llega a $9.490.000. No obstante, hay un bono de lanzamiento de $1.000.000 para cada una. 
Derek Fox añadió que está en evaluación la incorporación futura de una versión con motor de 1,8 litros, así como de una transmisión automática.
Entre los planes de Fiat se incluye añadir a la gama la variante sedán del Argo, que estos días empezó a producirse en Argentina (el Argo es brasileño), llamada Chronos, la cual llegaría en marzo; mientras que por encima se añadiría el Tipo procedente de Turquía. En tanto, la incorporación de la camioneta Toro está actualmente en análisis.